Kwiaty

Kwiaty. Varsovia. Enero, 2006.

Los antiguos países de la órbita de la ex-URSS guardan unas cuantas curiosidades, para el visitante de un país que lleva más tiempo a las cejas en el mercado de consumo. Un ejemplo de lo que digo son toda las tipologías de kioskos y paraetas que todavía hoy se pueden ver. La de la foto no será el modelo más estandarizado, que no sé si lo es o no, y desde luego no es tan habitual como los que en su día repartió Tito por toda la antigua Yugoslavia. No, no es Tito el de Verano Azul.

Particularmente curiosos, e incomodos para mis rodillas, son los bulgaros, que están en el subsuelo, y tienen solo una ventanita para que se asome el tendero, la tendera de turno, a la altura de las espinillas del cliente/clienta, con la estupenda panorámica correspondiente ( y los que no habéis estado en Bulgaria no sabéis las piernas, y las minifaldas, que se gasta el personal por allí).

Por cierto, acabo de llegar de París. En un par de horitas pongo las fotos de la vuelta a Albacete, que a más de uno y de una le van a hacer mucha gracia.

Besos


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