Blisko wschodu. Styczeñ, 2007. Una de las pecu…

Blisko wschodu. Styczeñ, 2007.

Una de las peculiaridades de Polonia es la ausencia de variedad de pescado en la tiendas, aunque se empeñen muchos polacos en decir lo contrario.

Una costumbre navideña es la carpa como animalico muerto a engullir, en distintos formatos que van desde la fritanga hasta su disecación y conservación en galareta (gelatina).

Durante varios días pude observar un plato con algo, que no adivinaba que coño podía ser, rondando por la cocina de mi casa. Varios días más tarde una de mis compañeras de piso me ofreció meterme, ejem, unas escamas de carpa, eso era lo del plato, en la cartera (portfel po polsku). A mí lo de los fetichismos supersticionales me la sudan, pero como a veces soy muy educado agradecí el ofrecimiento, por no parecer descortés y acepté llevarme unas escamillas comentando que más tarde las introduciría junto con mis zlotys. No me queda muy claro si es cierto o no lo de la tradición porque más me parecía cachondeo generalizado a costa del guiri, no veo muy clara la posibilidad de conexión entre protección contra espíritus y sortilegios varios, la garantía de preservación de capital y el transporte de escamas de carpa entre la visa electrón y la tarjeta del videoclug.

Finalmente, tras probar varios días que las susodichas escamas hubieran perdido todo olor, por si acaso es verdad que funcionan, van dentro del carnet de conducir.

Un beso.


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