canícula

Alicante, 2008.

El tiempo pasa volando. Ya terminé el curso de Alicante pero no me ha dado tiempo de hacer muchas cosas. Horario y savoir-faire español me hacen difícil llevar a cabo mis planes.

Para sobrellevar este impasse al que me veo forzado hasta el próximo sábado sigo aguzando el oído en cuanto la oportunidad se presta. Así voy completando mis conocimientos sobre el mundo, que son escasos debido no solo a mi juventud.

Hace unos días, mientras estaba sentado en una terraza esperando a que abrieran la biblioteca, oí como una señora le decía a otra: ” ¡Oyes! Que tu perro lleva una alcaparra en el ojo” Teniendo perros, no solo como amigos, sabía que los pobres reciben toda clase de ataques por parte de elementos parásitos, insectos, etc… pero no sabía que también los vegetales se podían llegar a ensañar este verano con ellos. Pobres, ¿no?