guiris

©2008 luis belmonte diaz

Madrid, 2008.

La segunda semana de curso en Alicante la comencé bastante tempranito. Cogí el autobús en Albacete a eso de las 3.30 de la mañana y a las 5.30 ya estaba yo en Alicante. Para descoloque mío el viaje fue instantáneo. Cerré los ojos, los abrí otra vez y entonces ya era 2 horas más tarde y estaba a 170 km del lugar en el que los había cerrado.

Como a esas horas ni es de día, ni han puesto las calles, ni ha empezado el servicio de autobús, paseé arrastrando mi mochila por las calles de Alicante.

Cuando empezaba a salir el sol y la gente se iba recogiendo, porque aquí la gente, en España, no trabaja y está toda la noche de fiesta hasta eso de las 6 de la mañana que es cuando se va a desayunar a casa antes de ir al trabajo, pues entonces pude escuchar una conversación entre un chico y una chica, que por el color de piel y la conversación diría que no eran españoles.

La chica le explicaba al mozo que en España se llama guiris a los que vienen de fuera. A lo que el chico añadió que, entonces, ellos eran guiris. Ante la observación de su compañero ella aclaró que no, que los guiris normalmente son los rubios que vienen del norte de Europa o de yanquilandia, los de las sandalias y el rojo cangrejo, añadiendo prudentemente, que ellos eran inmigrantes y a lo más extranjeros.


Sobre esta entrada