San Petersburgo (I)

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San Petersburgo, 2010

Estoy pasando unos días en Rusia y por eso, en la medida que pueda, iré contando alguna cosa. Esta es una entrada de primeras impresiones, que como tales tendrán poco rigor y serán puramente subjetivas.

Llegamos a la ciudad en domingo, ahora hemos comprobado que por esto estaba tan tranquila y aunque hoy lunes tiene mucha más gente esto no ha cambiado nuestras impresiones del día anterior. San Petersburgo es una ciudad muy bonita, con una mezcla de gente y de carácteres de los más curiosa, con muchos tacones, canales, ladas y con gente bastante simpática, excepción son los que trabajan en el metro.

Y ahora os comento de la foto de arriba. El de blanco es un espontaneo. La chica una fantástica de la vida de las muuuuuchas que llenan las calles y los canales del lugar. Aunque si os fijáis no lleva tacón. Algo excepcional. En la foto no se ve, pero la temperatura no sube de los 16 grados, con lo que si el de blanco canta más que yo con tanga de leopardo, la prota de la foto imaginaos. Y la foto a continuación sirve de documento para demostrar que no es que los nacionales lleven mejor el frío.

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Detalle

Para los críticos, el detalle está extraido de la siguiente foto que hice. Las chicas están muy entrenadas en lo de posar para las fotos, así levantando la patita para un lado, para otro, sacando el culo, etc… y lo hacen a una velocidad de impresión. Bueno, pues que hice varias fotos y el detalle es de otra.

A todo esto, como veréis, el cielo en la foto primerae se aprecia amenazador. Y cumplió. Como Pani J y yo arrastramos por allá donde vamos de viaje esta tradición…. pues llovió. Pero no hay mal que por bien no venga. Me he comprado un paraguas hecho en Kazajistán, de acero inoxidable y que pesa más que mi cámara, que va de maravilla y no hay viento que lo doble.

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San Petersburgo, 2010

No, el de la foto no es el paraguas nuevo, ese lo trajimos de casa. Todavía no hay fotos del nuevo.
He hablado muy bien de mi paraguas nuevo y es que se lo merece. Además, la funda que me dieron de regalo lleva un asa que es la mar de funcional. Pero cuando llueve aquí sólo un milagro o haber sido campeón olímpico de salto de algo puede evitar que te mojes los pies.

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Saltando bajo la lluvia, 2010


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