cuarenta

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El Humoso. España, 2010

Estoy comprobando que mi cuerpo puede soportar sin ningún tipo de problemas las jornadas de más de 12 horas y por encima de los 40 grados sin problemas, siempre y cuando el calor sea seco. Hace una semana, cuando el termómetro subía de 30 y la humedad era bastante más alta de lo que es en la zona de Andalucía en la que me encuentro, creía que me iba a derretir. Ahora, como consecuencia del sol estoy mutando en hombre-pimiento morrón y sin problema, salvo de orden estético cuando me ponga en bikini.

En cuanto a las fotos que estoy haciendo, de las que no cuento nada todavía, tengo unos cuantos retratos bastante fuertes y todavía me queda una jornada y media, o dos, de trabajo. Lo delicado vendrá con la edición, que aunque he comenzado a trabajar en ella, para algo está la hora de la siesta, es más difícil cuando se trata de un trabajo documental alrededor de una cuestión conceptual. A estas alturas de la película no caigo en posiciones de documentación desde una visión objetiva, ni tampoco quiero andar con retóricas narrativas…. así que, a ver cómo salgo de esta yo solito.

Como ya he comentado antes, cada vez me encuentro más suelto en el retrato y creo que en el próximo año le voy a dedicar especial atención.

Y por cierto, al próximo que me diga que la fonética del español es sencilla lo voy a soltar sin guía por esta zona a ver qué tal le va.


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