Día 4 Sandomierz - Moderówka
Sandomierz, 2008.
Después de la lucha de la noche anterior con el perro del camping para recuperar mis culottes conseguí recuperar lo que era mío y dormir a pierna suelta. Con la sensación de haber dormido de maravilla me despierto por la lluvia que golpea mi provisoria y plástica casa. Como llueve decido aplazar la salida para más tarde. Antes de cerrar de nuevo los ojos el reloj marca las 6 a.m. Una hora y media más tarde me despierto y comienzo con un buen desayuno a recoger el campamento. De camino al w.c. descubro que una pareja de cicloturistas duermen no muy lejos de mí. Resultan ser un par de barcelonenses que hacen la ruta Varsovia-Cracovia,¡menudo infierno de carreteras!
Entre Cygany y Alfredówka, 2008.
Pedaleo con fuerza para cruzar lo antes posible un puente que cruza el Vistula hacia el este y que está muy transitado. En menos de una hora me encuentro en una zona completamente rural y apartada del ruido, en realidad sí lo hay, pero es solo de tractores. Siguiendo las instrucciones de un local me adentro en un bosque para poder alcanzar la carretera que busco y que me lleva hacia el sur evitando las vías principales. Como no podía ser de otra forma el camino resulta ser de arena. En Polonia, antes o después todos los caminos son de arena, no de tierra. Es decir, hay que ir rodando como por la playa. Desesperante. Después de no sé cuantas uys salgo del bosque y al hacer un giro a la derecha me encuentro con un lago al borde de la carretera en el que hay un buen número de aves de distintos tipos y que no voy a enumerar porque se salen de los cuervos, grajas, urracas, gorriones, pavos, pavos reales, gallinas y urogallos que es lo que yo conozco.
Cerca de Kosowy, 2008
La jornada se está haciendo de fácil rodar, aunque me estoy encontrando las primeras subidas importantes, y cuando digo importantes me refiero entre el 12% y 14%. Los kilómetros avanzan y los subeybajas y los bosques que atravieso se alternan a lo largo del camino.
Paisaje ondulado, 2008.
Cuando la carretera pasa por la parte alta de un pueblo y no hay muchos árboles empieza a apreciarse una ligera ondulación en el terreno, unos montecitos de nada que con la ingeniería polaca se convierten, gracias al tira el asfalto tó tieso Manolo que así ahorramos, en unos kilometros rompepiernas de sube y baja. Aquí no han oído eso del desmonte y el terraplén.
Alto en el camino 1, 2008
Pues eso, que con el subeybaja en la parte de arriba aprovecho para hacer algunas fotitos, todo sea por estirar un poco las patejas.
Otro alto, 2008
Es que hay una vaca, que conste que ya estoy acostumbrado, es que aquí hay muchas, pero en Albacete queda muy exótico eso de hacer un paisaje con vaca al fondo.
Frysztak, 2008
A tan solo unos kilómetros del camping al que tengo planeado llegar me tengo que desviar por un caminillo, que se convierte en una camino de piedras, con bancos de arena. Conforme voy pidiendo ayuda a los que me voy encontrando por el camino, éste se hace más y más largo. Hago muchos más kilómetros de los que debería según lo indicado en el mapa. Finalmente alguien me dice que siguiendo por el camino que tengo enfrente llego hasta Moderówka, el restaurante, el hotel y la piscina, que está todo junto. ¿Y el camping? Sí, sí, también. LLego a mi destino y resulta que el camping se había cerrado hace unos años, pese a seguir anunciándose y apareciendo en la guías. A cambio me ofrecen una habitación por unos 30 euros. Digo que no y me dicen que puedo acampar, pero que no hay baño, que es el del restaurante y que la ducha es la de la piscina, que evidentemente es de agua fría. Ducha superfría, ya de noche a 15º en la calle e intentando evitar a los mosquitos al mismo tiempo. La parte buena es que no me cobran nada y por el precio de un camping normalito, unos 12 zl, me dicen que puedo desayunar el bufet del hotel mañana por la mañana.
Me meto en el sobre raudo y veloz tra el cuarto día de viaje.
Total del día: 145,6 km en 7:55 h, que da una media de 18,2 km/h