Vuelta a la realidad.

Ya se ha terminado la vida normal y vuelvo a la subnormalidad, con todo el respeto, más habitual y que me resisto a entender que sea la misma a la que la gente denomina normalidad.

Llegue de noche a España y en el avión de Munich ya empecé a concienciarme de que volvía a la mencionada subnormalidad. Las mismas gilipolleces de los mismos políticos, la misma basura en los medios y de nuevo a comprender las conversaciones más anodinas de las funcionarias, como yo funcionario, que viajan en el asiento de detrás y que de vez en cuando me clavan las rodillas en la espalda.

Mientras asumo lo asumible, me bebo mi última cerveza mariquita que Justyna me compró ayer y empiezo a escanear lo que he estado haciendo por Polonia, os dejo lo último que hice en medio de una crisis de congelación que sufrimos J y yo en Nowa Huta.

Besos.

Plaza Central. Nowa Huta. Enero, 2006.

A través de la RB67. Nowa Huta. Enero, 2006.


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